Los entrenamientos y combates de judo exigen una máxima concentración y rendimiento, por lo que es importante llevar a cabo una correcta alimentación y mantener una hidratación adecuada.
Las categorías de judo se establecen en función del peso de los deportistas, lo que en muchos casos tiene como consecuencia que éstos lleven a cabo unas pérdidas de peso drásticas para poder competir en categorías inferiores a su peso corporal. Aunque los judokas se encuentren en esta situación, conviene que su alimentación siga siendo lo más equilibrada posible para que puedan disponer de toda la energía y nutrientes que necesiten.
Antes de la competición
Es importante que el judoka llegue a la competición en plenas condiciones tanto físicas como mentales, lo que se consigue principalmente con un buen entrenamiento combinado con una correcta alimentación. Para que el deportista no sienta molestias digestivas antes de competir, conviene que la última comida antes del combate haya tenido lugar con tres horas de antelación. Además, de este modo se consigue también evitar la aparición de problemas gastrointestinales durante el combate, que puedan desconcentrar al judoka y disminuir su rendimiento. Si el combate es por la mañana, los alimentos más adecuados para el desayuno son aquellos ricos en hidratos de carbono y pobres en grasas, como por ejemplo los cereales con leche, yogur (preferiblemente semidesnatados), el pan o las tostadas, las barritas de cereales, el zumo de frutas o la fruta entera, tanto sola como en macedonia. Sin embargo, es conveniente saber que si la competición es por la tarde, la alimentación será algo más contundente incluyendo también alimentos ricos en hidratos de carbono y de bajo contenido graso. En este caso predominarán la pasta, el arroz o las patatas, la carne poco grasa o el pescado, además de verduras y hortalizas. Para conseguir una buena digestión conviene también evitar la ingestión de alimentos grasos o de aquellos que hayan sido cocinados con exceso de aceite o que se acompañen de salsas inadecuadas (con nata, queso, etc.).
La importancia de la hidratación durante el combate
Es importante no olvidar la necesidad de mantener una correcta hidratación durante la competición para que el judoka pueda rendir al máximo. Un buen modo de mantener esta hidratación es mediante la ingesta de bebidas energéticas, es decir, aquellas que contengan azúcares para así al mismo tiempo obtener energía.
Es aconsejable que el judoka se rehidrate con aproximadamente un vaso (250 mililitros) de líquido cada media hora, sin olvidar beber después de cada combate.
Cuando la competición ha terminado
Una vez que la competición ha finalizado es importante continuar manteniendo una correcta hidratación mediante la ingesta de bebidas con azúcar, así como con bebidas isotónicas que ayudarán a reponer el agua, los minerales y otras sustancias perdidas durante la competición. A continuación pueden comenzar a tomarse otros alimentos como queso magro, yogur o fruta.
La comida o la cena después de la competición, dependiendo de si ésta ha tenido lugar por la mañana o por la tarde, conviene que contenga alimentos como verduras y hortalizas tanto en ensalada como cocidas, en sopa o en puré, arroz, patata, pasta o legumbres, pan, un plato de carne poco grasa o pescado y un yogur, un poco de queso o una pieza de fruta como postre.Realizando unos entrenamientos constantes y adecuados, llevando a cabo una adecuada alimentación y manteniendo un buen nivel de hidratación, el judoka podrá obtener un máximo rendimiento además de disfrutar plenamente de este competitivo deporte.
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